Contrario a lo que pensarás, soy una persona distraida, mi memoria me falla y nunca sé dónde estoy. Siempre pensé que era un poco tonta la verdad y tenía mucho mucho miedo de “fracasar”. Cuando hice un intercambio compré una agenda, siempre me han gustado, pero me costaba muchísimo usarlas, y esta tenía un papel de puntitos al lado de cada día, terminaba usando el papel de puntitos más que la misma agenda, y uf, lo que me inspiraba poder usar mis marcadores de colores, tachar las cosas que ya hice, y en general tener un mapa de lo que iba a hacer. Empecé a planear todo ahí, mis comidas, el reto de ejercicio, a poner todas las cosas de mis clases, exámenes, tareas, viajes, y sentía como que ya tenía un poco más de visibilidad y control. Me me empezó a ir super bien, fui alumna becada en la universidad, en el master y me volví muy muy buena en gestión de proyectos por esta estructura mental que se me formó, que es básicamente mapear visualmente tiempos, recursos en una linea de tiempo. Lo hago con mi vida, lo hago con proyectos. 

​

Que yo te diga que te voy a enseñar sobre gestión de tiempo y organización no debe tener nada de sentido, pero sí. Puedo decirte que el journaling me salvó la vida, y que gracias a este método he logrado hackear mi cerebro neurodivergente y usarlo a mi favor.